“Caminar el paisaje” una exposición de María Rubio

“Caminar el paisaje” plantea un recorrido por la obra que la artista ha realizado durante los últimos años, en los que la naturaleza siempre es el motor absoluto del proceso creativo. La selección, dividida en flores, jardines y paisajes, muestra la forma en la que María Rubio Cerro ha afrontado su pintura desde el inicio del confinamiento por la pandemia del Covid-19 hasta la actualidad.

La pintora, que ha estado siempre en profundo contacto con el entorno natural – con todo aquello que le rodea –se enfrentó a una nueva realidad en la que el contacto con el exterior no era posible. El duelo y la pérdida supusieron una suerte de freno a la creación artística que se ve reflejado en los cuadros negros que ponen inicio a la exposición y que son el resultado de la aplicación del color negro sobre obras previamente realizadas, como respuesta a la imposibilidad de crear desde cero. Todo aquello creado a posteriori es, en realidad, la forma que la autora ha tenido, durante estos años, de afrontar ese duelo a través de la conexión que establecía con el entorno que retrataba en sus obras.

La primera sección – flores –incluye una serie de obras que representan aquello que resultaba más sencillo pintar desde el interior del hogar, aquello que florecía paulatinamente en las plantas y árboles del jardín de la casa. Son, además, elementos fundamentales para la artista, que remarca la capacidad de las mismas para mantener la belleza tanto durante su vida como tras la muerte. La segunda sección –jardines y paisajes – presenta aquellos espacios, más o menos lejanos, que la autora pudo retratar tras el fin de las restricciones. Es aquí donde se encuentran lugares recurrentes – los paisajes de la Sierra de Guadarrama o los jardines de La Granja de San Ildefonso – que forman parte de la vida de la artista. De esta forma, la naturaleza virgen se fusiona también con la naturaleza intervenida en contacto con la arquitectura y la escultura.

El proceso creativo de María Rubio Cerro desde sus inicios tiene como eje los cuadernos que se llenan paulatinamente de ideas, bocetos, escritos y estudios (con acuarela, lápiz, tinta, collage) que se verán reflejados en las obras finales. La muestra combina acuarelas y pinturas acrílicas – en ambas técnicas el agua es fundamental – que han sido realizadas al natural, en el estudio o combinando ambos procesos. Sin embargo, independientemente del lugar de creación, los denominadores comunes serán siempre la presencia dela naturaleza y el cuaderno como primer soporte de la idea artística. Se incluyen en la exposición algunos de los textos que la autora ha escrito durante la realización de las obras, pues acompañan a las mismas con la inmediatez de la palabra.

Lo que, en definitiva, pretende Caminar el Paisaje es comprender cómo temáticas y técnicas presentes a lo largo de toda la obra de la artista se adaptan a nuevos escenarios en los que es completamente necesario volver a plantearse preguntas en torno al proceso creativo y su capacidad sanadora.

Jorge Marrero Zapatero

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