Tecnología, distracciones, vulnerables y ordenar las nuevas formas de movilidad, claves para reducir la siniestralidad vial en España
Las nuevas formas de transporte están cambiando radicalmente la forma de desplazarse por las ciudades. A las VTC, las motos y las bicicletas se les suman ahora los patinetes eléctricos, que cada vez tienen un mayor protagonismo y están poniendo en jaque la seguridad vial de las grandes urbes en nuestro país.
El perfil de víctima en los siniestros viales, por su parte, también está cambiando. Por primera vez en la historia, en España hoy los fallecidos sobre dos ruedas y a pie están al mismo nivel que lo fallecidos en coche. De ahí que los expertos en materia de seguridad vial recomienden e insten al Gobierno a que ponga en marcha una gran regulación de carácter nacional, que permita establecer las reglas de juego que marcarán el devenir de estas nuevas formas de transporte.
Esa ha sido una de las conclusiones a las que se ha llegado en el foro, del Ciclo Smart Mobility organizado por EL ESPAÑOL y Fundación PONS, titulado Movilidad, Seguridad Vial y Conducción Responsable que contó con la colaboración de SICE, COYOTE y la Dirección General de Tráfico.
Junto a este nuevo modelo de movilidad ha llevado a los expertos del sector a catalogar a los peatones, además de otros colectivos, como ciclistas, motoristas o usuarios de vehículos de movilidad personal (VMP), como personas vulnerables a los accidentes de tráfico.
El Jefe de la Unidad Normativa de la DGT, Javier Villalba, ha subrayado que, en un entorno en el que las ciudades cobran cada vez más protagonismo, “es en ellos en quienes deben enfocarse las estrategias en materia de seguridad en los próximos años”.
Pero esta mejora de la seguridad, según los ponentes, debe hacerse desde un marco estatal que, como ha puntualizado el director de Proyectos de la Fundación PONS, Eduardo Gómez, “sirva como punto de partida” para los organismos locales y así “hacer frente a este tipo de problemas” de la misma forma en todas las ciudades. “Avanzar hacia la creación de una Secretaría de Estado de Movilidad es el marco institucional hacia el que las Administraciones Públicas deberían tender para responder a la complejidad creciente de la movilidad en el siglo XXI”, reclamó el responsable de Fundación PONS.
Un asunto en el que ha coincidido con el presidente de la Comisión de Seguridad vial y Movilidad Sostenible en el Congreso de los Diputados, Teófilo de Luis, quien reclama a la DGT aún más colaboración con los Ayuntamientos.
De hecho, el diputado avisó de su intención de “reclamar que se incluya una regulación de todos los elementos que influyen en la movilidad” de este tipo de transportes. Es decir, “definir quién los debe conducir, por dónde y quiénes deben asumir las consecuencias en caso de accidente”.
Villalba -en cambio- no cree que estemos ante un problema legislativo, dado que desde hace años está claro que “ningún vehículo puede circular por la acera”. Pero sí dejó claro que la normativa actual está desfasada, ha sido superada por la realidad y, por tanto, los Ayuntamientos “hacen lo que pueden para adaptarse”.
La tecnología y las distracciones
Otro de los asuntos que se ha tratado en el evento organizado por EL ESPAÑOL ha sido el papel que juegan las nuevas tecnologías en la seguridad vial. En concreto, se ha abordado el debate acerca de si ayudan o si, por el contrario, perjudican a la conducción y provocan más accidentes.
El caso es que la tecnología, como ha manifestado Villalba, “tiene un doble uso, y todo depende de si la utilizamos para mejorar la seguridad y la movilidad” o no. Si se usa para el primer supuesto, el resultado es satisfactorio, sentencia.
El problema es que, en muchas ocasiones, se da el segundo caso, debido al uso indebido de aplicaciones como las de mensajería instantánea. Según datos de la DGT, el 32% de los accidentes de circulación con víctimas mortales fueron debidas a las distracciones, un porcentaje que se traduce en 500 muertes al año.
Sin embargo, este mal uso de las tecnologías al volante es un asunto que no termina de cuadrar al director general de la Asociación Española de la Carretera, Jacobo Díaz Pineda, que ha asegurado que le cuesta “creer esa relación entre distracción y el teléfono móvil». Villalba, por su parte, no cree que haya margen a la duda y es taxativo a la hora de defender los atestados que prueban dicha relación.
Pero las nuevas tecnologías también pueden facilitar y controlar la seguridad vial. Como manifestó el responsable para España y Portugal de la tecnológica Coyote, Grégoire Destre, la mortalidad en carreteras se puede reducir mediante métodos convencionales o mediante la innovación. Para él “estas herramientas son la forma de seguir mejorando y reduciendo las cifras de siniestralidad y mortalidad”. A su juicio, no se pueden tratar del mismo modo tecnologías perjudiciales para la seguridad vial y otras que la favorecen.
Sobre ello, el director de desarrollo de Negocio de SICE, Ángel Aguilar, propuso algunas mejoras a tener en cuenta desde el punto de vista tecnológico. Una de las innovaciones en las que ha puesto más hincapié ha sido la visión artificial. Según Aguilar ha mejorado notablemente en los últimos años.
Según ha explicado, la exactitud de lectura de la matrícula de un coche a 150km por hora iluminada con infrarrojos pasó de tener un 85% de fiabilidad a más de un 90%. Una exactitud que ha convertido a esta herramienta en «fundamental» a la hora de buscar la seguridad en las carreteras.
La segunda megatendencia es, a su juicio, la relación del vehículo con las infraestructuras, uno de los ámbitos de trabajo que desarrolla la compañía junto con Telefónica en sus pilotos de 5G en Talavera y Segovia para lograr el coche conectado.
El futuro: el coche autónomo
Un asunto que podría impactar en la mortalidad en las carreteras, y en el que muchos de los ponentes han estado de acuerdo, sería la puesta en circulación del coche autónomo. Pero, según Destre, éste no se pondrá en circulación antes de los próximos 20 años. Coincide en el diagnóstico con Díaz Pineda, quien explica que antes de esa puesta en marcha tiene que llevarse a cabo un largo camino porque “no es viable la coexistencia de vehículos tradicionales con autónomos. Tiene que haber una transición” entre unos y otros.
El foro de EL ESPAÑOL y Fundación PONS contó con la difusión de AECLab, la Asociación Española de Renting de Vehículos (AER), la Asociación Madrileña de Distribuidores de Automóviles (AMDA), la Asociación Española de Profesionales de Automoción (ASEPA), FACONAUTO, GANVAM, HUB Movilidad Conectada, Move to Future, Plataforma de Automoción (M2F), PONS Seguridad Vial, PTCarretera, Sernauto y World Shopper.
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